GRATITUD, Dora Cattáneo

 Campamento, un estilo de vida diferente, una forma de ser que está implícita en todo lo que se hace, lo que se da.

Cuando allá por el 60 surgió esta hermosa idea en principio parecía irrealizable, no porque faltasen ganas o entusiasmo para emprenderlo, sino por los inconvenientes lógicos de algo nuevo, máxime para emprender una obra de esta envergadura que con los años superaría a su proyecto.

Su afianzamiento se logró, no solo por el aporte de quienes fuimos sus artífices, sino por esa pasión, entusiasmo y empuje que tiene toda adolescente en esa etapa de su vida, donde han tenido y tienen un incentivo donde canalizar ese idealismo, esas “ganas de hacer”.

Todo esto queda mejor graficado transcribiendo el párrafo de un artículo escrito por una ex para un boletín de hace unos años... “se podría resumir en que nos hace mujeres, dispuestas a aplicar todo lo aprendido en una etapa próxima. Hacer todo esto en unos pocos años parece imposible; sin embargo cuando entramos por primera vez a “cuartito” no tenemos más que 14 años y mucha curiosidad por saber que es campamento, que se hace, que se vive. Luego nos integramos y entonces empezamos a “ayudar” a incorporarse a las que son nuevas; después ya somos viejas acampantes y en cuanto nos descuidamos somos ex”.

Y hoy, ya en camino a nuestro 25º campamento, las “Bodas de Plata” de A.F.E.R. el más hermoso de los logros es haber tenido a la par, adolescentes “líderes” que actuaron en el lapso que les tocó vivir ese compartir, no solamente desde su puesto de Sub-Jefas, Asesoras, Ecónomas, sino también desde el llano, con esa condición humana plena de responsabilidad y fuerza que tiene toda líder, haciendo que nuestro querido campamento llegase a ser una institución reconocida dentro de las “Raggio”.

Además el agradecimiento a docentes que desde fuera colaboraron de una u otra manera al fortalecimiento de la agrupación.

A todos gracias por AFER.

 

Dora C. Cattáneo